Més carbassons! ¡Más calabacines! Video WO#4

Fragment de vídeo de l’acció realitzada amb motiu de la concentració “NO a l’ampliació de l’aeroport” del 19 de setembre a Barcelona convocada per la plataforma Zeroport.

Way Out Acció #4 Delta del Llobregat – Barcelona
una proposta d’intercanvi visual entre un espai excepcional al Delta del Lobregat i l’acció social encarnada de la seva custòdia, que té lloc a la manifestació de Barcelona amb milers de persones, entitats i col·lectius de diferent origen i procedència.

Fragmento de video de la acción realizada con motivo de la concentración “NO a la ampliación del aeropuerto” del 19 de septiembre en Barcelona convocada por la plataforma Zeroport.

Way Out Acción # 4 Delta del Llobregat – Barcelona
una propuesta de intercambio visual entre un espacio excepcional en el Delta del Lobregat y la acción social encarnada de su custodia, que tiene lugar en la manifestación de Barcelona con miles de personas, entidades y colectivos de diferente origen y procedencia.

La pandemia de la desigualdad. Crónica del diálogo con José Mansilla

Nos dimos cita en el vestíbulo del Museo Marítimo y frente a él comenzamos a conversar. Para después dirigirnos hacia las Ramblas rodeados de un paisaje desértico y desangelado en una fría tarde de enero. Achacamos a los turistas todos los males, nos recalca el antropólogo José Mansilla, cuando son en realidad un factor más sobre el que gira toda una industria. Habría que pensar en otros términos para descubrir quien se está beneficiando de ellos. Si hay un culpable en todo esto son sin duda las grandes operadoras y poderes locales que se lucran con la afluencia masiva de visitantes. Hay todo un sector de la economía que se ha volcado hacia ello y que a estas horas está esperando el momento para volver a reactivarse cuando la pandemia afloje las restricciones. Cuando llegue ese momento la màquina se volverá a engrasar para regresar al pleno funcionamiento.

El panorama es desolador y es que según José la economía turística depende además de los oligopolios que operan a nivel transnacional. El caso de Air B&B es paradigmático en este sentido, pues crea lazos de dependencia de la economía local al operador. Esta relación de dependencia tiende a centralizar la base de los intercambios económicos. Así la vuelta a la recuperación supondría la vuelta a una situación cada vez más controlada por este tipo de empresas con tintes de monopolio, que afecta directamente a los precios de los alquileres.

En nuestro paseo por la parte baja de las Ramblas nos cruzamos en dos ocasiones con grupos reducidos de turistas, que por paradójico que pueda parecer siguen llegando a la ciudad. Frente a este panorama están surgiendo alternativas como el Fair B&B, que recauda una parte del pago de la estancia para beneficio de proyectos comunitarios locales. Esta iniciativa surgida en Italia se estaba extendiendo por diversas ciudades europeas. No obstante nos recalca José Mansilla es una alternativa muy marginal que apenas repercute en el mercado. Por otra parte la situación de monopolio que estas corporaciones acaban implantando es difícilmente combatida por los poderes locales, que no pueden hacerles frente. La crisis en que estamos inmersos mercantilizará más la ciudad afirma José.

Sin duda nos comenta la pandemia ha puesto al descubierto las profundas desigualdades que estructuran nuestra sociedad y que se ceban con las capas más empobrecidas. Tampoco los derechos laborales están en el mejor de los escenarios al estar los trabajadores más aislados que nunca. Algunas de sus últimas investigaciones forman parte del libro recién publicado La pandemia de las desigualdad, escrito durante los meses de confinamiento.

¿Qué es una calle? Crónica E #6 Beck street – Pere IV

En nuestro paseo por la calle Beck en el Bronx descubrimos algo más que una calle. Nuestro camino en paralelo discurría por la calle Pere IV del Poblenou, un lugar de alta significación y transformación.

En los planes del 22@ dicha calle se vio afectada de pleno, su paisaje urbano y humano cambió radicalmente. La zona pasó a ser un destino para corporaciones tecnológicas que encontraron lugar en el distrito en condiciones muy favorables ofrecidas por los poderes públicos del consistorio. Tanta facilidad pretendía animar un cambio de signo productivo para centrarse en un modelo productivo centrado en las nuevas tecnologías, con el desembarco a Poblenou de Calls Centers precarizando con contratos basura a la mayor parte de sus empleados.

La Beck street fue narrada por nuestro compañero y artista visual Nicolás Dumit. Un lugar que ejemplariza la transformación que ha sufrido el Bronx desde la década de los años 70.

Las casas de esta calle se salvaron de la especulación que con métodos de extrema violencia devastó el barrio, con incendios y expulsión de vecinos. Años, también en que las luchas por las libertades de la población negra crearon fuertes lazos comunitarios y el germen de una profunda transformación cultural. Desde su casa en la misma calle Beck Nicolás nos enseñó a través de las ventanas y bajando a la calle, la desolada vía pública en este día de invierno. Todo parece aletargado desde que comenzó la pandemia. La vida se reduce a lo mínimo en la calle ocurriendo todo de puertas adentro. Una situación inverosímil que no podríamos haber imaginado, y que los mismos medios de comunicación tratan de normalizar.

Nicolás nos comparte y comenta una selección de fotografías tomadas en su calle, es un estímulo que enlaza pequeños detalles o elementos que son síntomas y signos que nos hablan de la vida de sus habitantes y la memoria del barrio. También nos introduce en la rica cultura creativa de los habitantes del Bronx, músicos, poetas, activistas que han construido una cultura mixta expresada inglés y en castellano por gentes de muchos países. Un barrio de una fuerte cohesión comunitaria a pesar de la presión que la especulación está ejerciendo sobre el tejido social.

En Pere IV hay poco trajín para ser un sábado por la tarde. Hoy los comercios y bares están cerrados. Caminamos junto a solares vacíos que esperan ser urbanizados. El proceso de gentrificación que impuso en 22@ expulsó a muchos vecinos, sobre todo las rentas más bajas, otros fueron desalojados por estar en zonas afectadas por cambio de uso, en cualquier caso se destruyó parte del tejido social y comunitario del barrio.

A medida que nos acercamos a la confluencia de Pere IV con Diagonal el perfil urbano es más agresivo. Flanqueado el cruce por arquitecturas irreverentes entramos a la zona más dura de paisaje neoliberal con altas torres de hoteles, edificios de viviendas con estética corporativa, morfología de una arquitectura contemporánea deshumanizada y fría. Las cámaras de vigilancia distribuidas por las farolas se alternan en buena parte de la zona con los dispositivos wifi G5 de última generación. Una tecnología no suficientemente verificada que acarrea daños para la salud y que empezó a experimentarse en esta parte de Barcelona. Poblenou es todavía un laboratorio de la Barcelona futura y a juzgar por lo que vemos y conocemos no es la ciudad en la que queremos vivir.

El cielo nos manda una señal justo llegamos a la confluencia con la Diagonal apareciendo sendas líneas blancas cruzadas sobre el azul luminoso de Barcelona. A nuestra derecha un lujoso hotel clausurado nos anuncia la entrada al Parc Central. Atravesamos el extraño parque de sauces sin dejar ni un momento la calle Pere IV, pasando ante el Museo de Historia que tiene aquí una de sus sedes dedicadas a la historia urbana. No se nos ocurre mejor sitio para ello, pues la zona fue una de las áreas más duramente castigada por las demoliciones y desalojos de vecinos, antesala también del proyecto Fórum de las Culturas 2004, todo un despropósito. Más adelante comprobamos que las expulsiones continúan a la orden del día. Son las casas de la Escocesa, en una de las cuales sobrevive un espacio dedicado a dar espacio a artistas. Desde este lugar y teniendo como telón de fondo las sábanas rotuladas con las denuncias de los vecinos, concluimos nuestro recorrido por esta única calle de Pere IV. Un viaje en el tiempo que nos llevó hasta las movilizaciones vecinales y denuncias colectivas de inicios del 2000 en la que participamos activamente.

Descenso de la montaña ciudad. Crónica E #5 Cerros de Valparaíso-Barcelona

Acordamos con Valparaíso un intercambio de experiencias desde la montaña ciudad, el descenso desde los cerros al plan. Descender y desvelar lo que la ciudad nos muestra, un camino donde lo oculto se nos descubre como esencial. José Llano arquitecto y urbanista, pero sobre todo profesor de arquitectura, nos conduce por su ciudad, bajando desde la cima del Cerro Cordillera con la visión del horizonte de la bahía de Valparaíso y Playa Ancha. La ciudad se extiende por los cerros en sentido vertical, de la densidad de la parte baja a un desmenuzamiento urbano en la zona alta. Esparciéndose en un orgánico desorden que muestra la condición de habitar por encima de la forma urbana. Desde Barcelona, partimos de la montaña de Montjuïc acompañados del documentalista Pau Faus, fiel explorador de la ciudad y auscultador de lo que en ella pasa. Descendemos por los torrentes aún naturalizados, restos vivos del trasfondo de la vida que persevera: huertos, fuentes, jardines escondidos, rincones insondables que resisten las formas y los usos pautados que la ciudad quiere imponerle. Seguimos los senderos y los hechos de la historia de la montaña nombrándolos en voz alta para nuestros compañeros de Chile. El castillo y la persistencia militar, la represión asociada. La necesidad de una redención que ha hecho que siempre de alguna manera u otra se haya querido controlar la montaña a través de condiciones y modelos sobrevenidos, como nos recuerda Pau: la Exposición Universal, los Juegos Olímpicos , la Montaña de los museos. Montjuïc siempre se ha rebelado contra este orden mostrándose imprevisible, ingobernable, refugio de lo que es libre, prohibido y pervertido. La montaña de las barracas con el barrio de Can Valero donde vivían hasta 20.000 personas, la conspiración obrera, la cultura de los gitanos, los lugares escondidos.

Los pliegues de la montaña se reflejan en las superposiciones de la imaginación constructiva de Valparaíso, nos hermana su desborde urbano como ejercicio de libertad creativa y organizativa. Sobresalen iniciativas comunitarias de construcción social, formas de vida popular, espacios de encuentro, todas ellas confluencias únicas a preservar. Como el Espacio Santa Ana en el cerro Cordillera, enclave comunitario, que como otros en la ciudad porteña, está siendo vital en la situación actual de pandemia, al acompañar y atender las necesidades de los vecinos. José nos relata su relevancia, también las formas en que se han podido enlazar luchas y reclamaciones sociales en la última década. Paralelamente pasamos por el Ateneo cooperativo La Base, importante sede social y proyecto comunitario de Barcelona. Pendiente abajo llegamos a la parte más estructurada del Poblesec, barrio popular de alta densidad y gran riqueza social. Volvemos a encontrar vida comunitaria en las plazas como la del Sortidor, también muchas persianas cerradas y una cierta sensación de parálisis latente. Simultáneamente con los compañeros de Chile, llegamos a la parte baja del barrio y al Plan de Valparaíso. Recorremos con José la Calle Condel, eje comercial bullicioso, ahora con establecimientos cerrados y un aspecto apagado, reflejo de la situación de incertidumbre actual.

Caminamos la barcelonesa calle Blai, eje peatonal convertido en los últimos años en una zona de ocio masificada, detenida ahora en el tiempo con bares y restaurantes clausurados siguiendo las nuevas restricciones. El paisaje contrasta con la situación que se está dando en todo Poblesec, con el aumento desorbitado de los precios de la vivienda, la consecuente expulsión de sus vecinos y el aumento de las personas que reclaman ayudas, mientras otros se ven abocados a vivir en la calle. Es aquí junto a la avenida Paral·lel que se nos revela el sentido de la vida en común: preservar la protección, acompañar las necesidades, defender la justicia social. Mientras en Valparaíso en la Plaza Anibal Pinto, una concentración de personas inicia una manifestación de protesta. Nos sentimos parte activa de la ciudad y no meros espectadores complacientes de guiones impuestos por el poder.

Safari entre la multitud



Taller Safari Família. 30 de novembre 2019

El passat dissabte vàrem sortir de Safari a la Sagrada Família. Auscultar el lloc és fer-ho imprevisible! Vàrem partir del Centre Cívic i d’allà ens vam dirigir a la plaça Gaudí. El grup es va dispersar i cada persona va fer servir diferents eines per aproximar-se amb nous ulls a l’esdeveniment turístic. El taller coincidia amb la Festa major de Tardor del barri i els carrers anaven plens de gom a gom entre la fira i les propostes sorgides per animar la festa. Fins i tot a la plaça Gaudí es va fer un reservat per activitats infantils en un dels laterals del carrer Provença. I mentre les àvies i avis jugaven a petanca i ocupaven la banda nord a tocar de les façanes de habitatges, els turistes es feien fotos tot posant damunt el mur de pedra que cerca el llac.

Les instantànies recollides del Safari són múltiples i variades com nacionalitats i procedències arriben a l’indret. Fins i tot vam poder enxampar a una turista fent fotos entre l’herba crescuda de la vegetació, fent honor al títol del taller. Entre la multitud també estaven els venedors de bíblies, just davant de l’entrada a la visita del temple, al carrer Marina. No imaginem millor lloc per a ells a tota Barcelona!

Una de les participants del taller ens apuntava l’observació afinada de la perspectiva en alçada de la Sagrada Família. En allà on hi ha arbres hi ha clarianes de gent i es pot circular. A la que surts de l’arbrat s’obre el cel i apareix la verticalitat del temple, en aquí para tothom i en idèntica posició alcen els ulls a contemplar les vertiginoses torres de Gaudí. Primer és fer la foto i després la feina de revisar com ha quedat la imatge. I és que els turistes caminen i es mouen per l’espai capturant l’instant amb els mòbils. Gestionar després els arxius requereix temps i els visitants que acaben de posar amb el rerefons de la Sagrada Família no marxen del lloc sense assegurar-se que la foto els hi satisfà.

Si pares l’oïda pots registrar quantitat de llengües, gent vinguda de tot arreu. Una altra cosa es anar sentint els guies explicar la seva versió sobre el monument, donant dades, xifres i detalls van fent la volta per acabar entrant pel carrer Marina. En aquest punt d’accés també es troba l’entrada a la botiga, custodiada per la seguretat del temple, i una entrada reservada per a grups. Si un para l’ull atent, es pot esbrinar davant el caòtic flux de gent, un ordre en la disposició de les entrades i sortides que facilita que el temple pugui ser visitat pel màxim nombre de persones.

L’actitud dels que es miren a distància la monumental façana del naixement, ens aboca a entrar en les narratives del viatge dels turistes. Gent relaxada, gent que gaudeix, passeja, gira de pressa… els dibuixos d’una de les participants reflecteix la vida i activitat que es desplega en uns pocs metres quadrats de terra a tocar de la icona barcelonina.

Tot un món de detalls en miniatura si ens parem a observar la quantitat de souvenirs que es vénen a peu de carrer per acontentar els viatgers. Medalles, clauers, imams de nevera, assortit de ventalls, mocadors, figuretes, postals i merchandising de tota mena amb el perfil inconfusible de la Sagrada Família.

Una de les coses més impactants són els grups, vàrem comentar en la roda d’intercanvi final. Els veus venir de lluny, són grups de més de 15 persones, que en moure’s per l’espai limitat de l’accés a la part alta de la plaça Gaudí, ocupen literalment tota l’amplada. Fins i tot un col·lectiu de motoristes vestits per l’ocasió demanava a la venedora de souvenirs que s’apartés momentàniament per no sortir en la foto de grup. És fàcil suposar que nosaltres mateixos aquest matí hem sortit a la foto de cap turista. De segur que hem estat retratats d’una manera o altra entre la multitud, el caçador caçat.

Safari entre la multitud

Taller Safari Familia. 30 de noviembre 2019

El pasado sábado salimos de Safari a la Sagrada Familia. Auscultar el lugar es hacerlo imprevisible! Partimos del Centro Cívico y de allí nos dirigimos a la plaza Gaudí. El grupo se dispersó y cada persona usó diferentes herramientas para aproximarse con nuevos ojos al evento turístico. El taller coincidía con la Fiesta mayor de otoño del barrio y las calles iban llenas hasta los topes entre la feria y las propuestas de ocio surgidas para animar la fiesta. Incluso en la plaza Gaudí se hizo un espacio reservado para actividades infantiles en uno de los laterales de la calle Provenza. Y mientras las abuelas y abuelos jugaban a petanca y ocupaban el lado norte junto a las fachadas de viviendas, los turistas se hacían fotos posando encima del muro de piedra que rodea el lago.

Las instantáneas recogidas del Safari son múltiples y variadas como nacionalidades y procedencias llegan al lugar. Incluso pudimos pillar a una turista haciendo fotos entre la hierba crecida de la vegetación, haciendo honor al título del taller. Entre la multitud también estaban los vendedores de biblias, justo delante de la entrada a la visita del templo, en la calle Marina. No imaginamos mejor lugar para ellos en toda Barcelona!

Una de las participantes del taller nos apuntaba la observación afinada de la perspectiva en altura de la Sagrada Familia. En donde hay árboles hay claros de gente y se puede circular. En la que sales del arbolado se abre el cielo y aparece la verticalidad del templo, en aquí para todo el mundo y en idéntica posición alzan los ojos a contemplar las vertiginosas torres de Gaudí. Primero es hacer la foto y después el trabajo de revisar cómo ha quedado la imagen. Y es que los turistas caminan y se mueven por el espacio capturando el instante con los móviles. Gestionar después los archivos requiere tiempo y los visitantes que acaban de posar con el trasfondo de la Sagrada Familia no abandonan el lugar sin asegurarse de que la foto les satisface.

Si prestas atención puedes registrar cantidad de lenguas, gente venida de todas partes. Otra cosa es ir escuchando los guías explicar su versión sobre el monumento, dando datos, cifras y detalles van circulando para acabar entrando por la calle Marina. En este punto de acceso también se encuentra la entrada a la tienda, custodiada por la seguridad del templo, y otra entrada reservada para grupos. Si uno se fija atentamente, se puede averiguar ante el caótico flujo de gente, un orden en la disposición de las entradas y salidas que facilita que el templo pueda ser visitado por el máximo número de personas.

La actitud de los que se miran a distancia la monumental fachada del nacimiento, nos lleva a entrar en las narrativas del viaje de los turistas. Gente relajada, gente que disfruta, pasea, gira deprisa … los dibujos de una de las participantes refleja la vida y actividad que se desarrolla en unos pocos metros cuadrados de tierra a tocar del icono barcelonés.

Todo un mundo de detalles en miniatura aparece, si nos paramos a observar la cantidad de souvenirs que se venden a pie de calle para contentar a los viajeros. Medallas, llaveros, imanes de nevera, surtido de abanicos, pañuelos, figuritas, postales y merchandising de todo tipo con el perfil inconfundible de la Sagrada Familia.

Una de las cosas más impactantes son los grupos, comentamos en la rueda de intercambio final. Los ves venir de lejos, son grupos de más de 15 personas, que al moverse por el espacio limitado del acceso a la parte alta de la plaza Gaudí, ocupan literalmente toda la anchura. Incluso un colectivo de motoristas vestidos para la ocasión pedía a la vendedora de souvenirs que se apartara momentáneamente para no salir en la foto de grupo. Es fácil suponer que nosotros mismos esta mañana hemos salido en la foto de algún turista. Seguro que hemos sido retratados de una manera u otra entre la multitud, el cazador cazado.

Preposiciones turísticas: el turismo como último escenario

Conversación con Teresa Picazo y Juan José Lahuerta.

El pasado 29 de novembre inaguramos la exposición “Sagrada Família. Lo simbólico en acción”. El proyecto presentó su despliegue más expositivo en el Centre Cívic Sagrada Família. Para ello contamos con un expositor construido para la ocasión y que en su parte superior contenía preguntas que interpelaban directamente al público. Además se instaló un video retroproyectado en el hall del Centre Cívic y una intervención en la vidriera de la sala que recorre el espacio con textos alusivos a las preposiciones que condicionan el hecho de vivir con el turismo, ambos visibles desde la calle. Ensayamos de este modo un acercamiento que se propone, reflexionar sobre el icono del templo al mismo tiempo que amplía su mirada al escenario urbano de la Barcelona turistificada.

Con el título de “Preposiciones turísticas” presentamos seguidamente un coloquio sobre la situación del turismo de masas y el efecto Gaudí. Para ello contamos con Teresa Picazo, artista visual y activista vecinal, y Juan José Lahuerta historiador de la arquitectura y director de la Cátedra Gaudí. Ambos invitados desplegaron su acercamiento al tema desde un posicionamiento crítico que convergió en una lectura de la ciudad desde su condición exitosa como destino turístico en boga en los últimos años. Lahuerta recalcaba el valor de atracción que la obra de Gaudí había suscitado desde sus inicios y que finalmente se afianza desde su mercantilización como marca y deviene un producto banalizado. En otros términos Teresa Picazo denuncia el extractivismo de un modelo turístico que pone a toda la ciudad al servicio de un capital global ajeno a las necesidades locales. En cualquier caso el devenir histórico sitúa a los barceloneses en una cuerda floja, al ser los barrios objeto de gentrificación fruto de la reconversión de las viviendas, el espacio público, los servicios… en una economía enfocada al turismo de masas. El coloquio finalizó con la intervención del público que en algunos casos subrayó más si cabe, la distancia existente entre la cotidianidad de la vida ciudadana y sus necesidades y el monocultivo turístico de una determinada economía. Se cerró el debate apuntando nuevas oportunidades que se podrían dar en un marco ético y responsable al cuidado de la vida local.

Preposicions turístiques: el turisme com últim escenari 
Conversa amb Teresa Picazo i Juan José Lahuerta. 

El passat 29 de novembre vàrem inaugurar l’exposició “Sagrada Família. El simbòlic en acció”. El projecte va presentar el seu desplegament més expositiu al Centre Cívic Sagrada Família. Vam comptar amb un expositor construït per a l’ocasió i que en la part superior contenia preguntes que interpel·laven directament al públic. A més es va instal·lar un vídeo projectat al hall del Centre Cívic i una intervenció a la vidriera de la sala que recorre l’espai, amb textos al·lusius a les preposicions que condicionen el fet de viure amb el turisme, tots dos visibles des del carrer. Vam assajar d’aquesta manera, un acostament que es proposa reflexionar sobre la icona del temple al mateix temps que amplia la seva mirada a l’escenari urbà de la Barcelona turistificada.

Amb el títol de “Preposicions turístiques” vam presentar tot seguit, un col·loqui sobre la situació del turisme de masses i l’efecte Gaudí. Vam comptar amb dos persones convidades. Teresa Picazo, artista visual i activista veïnal, i Juan José Lahuerta historiador de l’arquitectura i director de la Càtedra Gaudí. Tots dos van desplegar el seu acostament al tema des d’un posicionament crític que va convergir, en una lectura de la ciutat des de la seva condició com a destinació turística d’èxit en els darrers anys. Lahuerta recalcava el valor que l’obra de Gaudí havia suscitat des dels seus inicis i que finalment es consolida des de la seva mercantilització com a marca i esdevé un producte banalitzat. En altres termes Teresa Picazo denuncia l’extractivisme d’un model turístic que posa a tota la ciutat al servei d’un capital global aliè a les necessitats locals. En qualsevol cas l’esdevenir històric situa els barcelonins a la corda fluixa, en ser els barris objecte de gentrificació fruit de la reconversió dels habitatges, l’espai públic, els serveis en una economia enfocada al turisme de masses. El col·loqui va finalitzar amb la intervenció del públic que en alguns casos va subratllar més encara, la distància que hi ha entre la quotidianitat de la vida ciutadana i les seves necessitats, i el monocultiu turístic d’una determinada economia. Es va tancar el debat apuntant noves oportunitats que es podrien donar en un marc ètic i responsable de cura de la vida local.

Un tema d’afluència – Un tema de afluencia

A la part alta de l’avinguda Gaudí es respira vida de barri. Lluny queda el bulliciós enrenou dels turistes que envolten la Sagrada Família. La gent és amable, ens comenta una veïna, són educats, no interfereixen en la vida del barri, almenys d’aquesta part… clar a la part del temple no ens podem ni acostar. Les dues activitats són en principi compatibles, ens diu un veí, caldria regular la quantitat de persones que vénen, això sí que s’hauria de fer, és un tema d’afluència massiva.

Una parella de jubilats ens explica el passeig que diàriament realitzen quan cau la tarda. Vas veient, ens comenten, com la mateixa avinguda Gaudí va canviant a mesura que t’aproximes al temple, els turistes ocupen els restaurants i terrasses, és un espai tematitzat. Ens agrada que vingui gent d’arreu del món a visitar aquest lloc, però clar, viure molt a prop té conseqüències directes per a la quotidianitat.

L’eix de l’avinguda Gaudí es convertirà amb el temps en el passatge que connecta la Sagrada Família amb l’Hospital de Sant Pau, aquest encara no és massa conegut pels visitants però s’augura serà molt freqüentat, llavors el tràfec dels turistes arribarà al lloc on just avui hem plantat la nostra primera acció de l’ATP.

En la parte alta de la avenida Gaudí se respira vida del barrio. Lejos queda el bullicioso ir y venir de los turistas que rodean la Sagrada Família. La gente es amable nos comenta una vecina, son educados no interfieren en la vida del barrio, al menos de esta parte… claro a la parte del templo no nos podemos ni acercar. Las dos actividades son en principio compatibles nos dice un vecino, habría que regular la cantidad de personas que vienen, eso sí se tendría que hacer, es un tema de afluencia masiva.

Una pareja de jubilados nos explica el paseo a diario que realizan cuando cae la tarde. Vas viendo nos comentan, como la misma avenida Gaudí va cambiando a medida que te aproximas al templo, los turistas ocupan los restaurantes y terrazas, es un espacio tematizado. Nos gusta que venga gente de todas partes del mundo a visitar este lugar, pero claro vivir muy cerca, tiene consecuencias directas para lo cotidiano.

El eje de la avenida Gaudí se convirtirá con el tiempo en el pasaje que conecta la Sagrada Família con el Hospital de Sant Pau, éste todavía no es demasiado conocido por los visitantes pero se augura va a ser muy frecuentado, para entonces el trajín de los turistas llegará al lugar donde justo hoy hemos plantado nuestra primera acción de la ATP.

ATP Sagrada Família, Avinguda Gaudí

Agència de Turisme Popular Sagrada Família

Inici de les accions al barri.

Divendres 19 de juliol 2019 de 17,30 a 21 h.

Avinguda Gaudí cantonada carrer Indústria

L’Agència de Turisme Popular comença el seu recorregut pel barri, amb un seguit d’accions a emplaçaments al voltant de la Sagrada Família. Aquest divendres 19 de juliol, serem a l’avinguda Gaudí amb una exposició portàtil. Volem parlar amb veïns i veïnes, turistes i visitants, per a intercanviar mirades, conèixer percepcions i recollir opinions sobre la complexitat del fenomen del turisme al voltant del temple.

Us esperem!!!

Agencia de Turismo Popular Sagrada Familia

Inicio de las acciones en el barrio.

Viernes 19 de julio 2019 de 17,30 a 21 h.

Avenida Gaudí esquina calle Industria

La Agencia de Turismo Popular comienza su recorrido por el barrio, con una serie de acciones en emplazamientos alrededor de la Sagrada Familia. Este viernes 19 de julio, estaremos en la avenida Gaudí con una exposición portátil. Queremos hablar con vecinos y vecinas, turistas y visitantes, para intercambiar miradas, conocer percepciones y recoger opiniones sobre la complejidad del fenómeno del turismo alrededor del templo.

Os esperamos !!!

Las Ramblas o volver a enamorarnos

Una vez allí nuestros perjuicios sobre el lugar se desvanecen al instante. Situados frente al Centre Arts Santa Mònica damos paso a la última acción expositiva de RE –Rambles. Capital deseo. A esta altura del paseo el espacio se abre generosamente hasta desembocar al mar. De igual modo descienden los visitantes, dirigiendo sus pasos hasta el final, concluyendo un recorrido y sedimentando una visión certera de la experiencia que acaban de vivir. Pasear por La Rambla no deja indiferente a nadie. Nos asombramos de que así sea al reconocernos en la mirada curiosa de los paseantes que van llegando a nuestra instalación.

Los turistas tienen nombre y procedencia, como Glenn de Nueva Zelanda que nos escribe que este es un lugar para enamorarse. Y es que nuestra energía se proyecta en lo que vemos, en el caso de las Ramblas es el propio espacio que nos interpela a mirar con otros ojos. Quizás el devenir de este lugar está en manos de las personas que entran en sintonía con él, en los flânneurs que todavía hoy deambulan sin un objetivo preciso. Otra persona apunta su percepción de la Rambla como un lugar lleno de vida, como agua en ebullición. Recorrer este espacio es para este joven de Palagrugell, como ir sin dirección en un lugar siempre lleno de vida. Una mujer de Texas nos habla del arte, nos explica que este lugar respira arte por los cuatro costados, el aire, la gente, la luz, los edificios, la actitud de los paseantes, el cielo azul… Todo es arte nos insiste con su apreciación directa. Aquí la magia del espacio está latente todavía y su energía se capta al transitar por él.

Perderse entre los paseantes como un ritual colectivo, volver a encarnar al flânneur para hacer regresar, para todas las personas que vivimos en esta ciudad el espíritu y la magia de las Ramblas. Reapropiarnos de un espacio que nos pertenece y reconocernos en él sin prejuicios ni condiciones impuestas por quienes pretenden turistificar este singular paseo para el mercadeo, la explotación y el disfrute exclusivo de los visitantes. Estas podrían ser algunas sugerencias para volver a mirar Las Ramblas desde otro lugar, desde la curiosidad, el asombro… volver a enamorarnos de lo que ya es.

 

 

La Rambla o tornar a enamorar-nos

Un cop allà els nostres perjudicis sobre el lloc s’esvaeixen a l’instant. Situats davant del Centre d’Art Santa Mònica donem pas a l’última acció expositiva de RE -Rambles. Capital desig. A aquesta alçada del passeig l’espai s’obre generosament fins a desembocar a la mar. De la mateixa manera descendeixen els visitants, dirigint els seus passos fins al final, concloent un recorregut i sedimentant una visió precisa de l’experiència que acaben de viure. Passejar per la Rambla no deixa indiferent a ningú. Ens sorprenem que així sigui en reconèixer-nos en la mirada curiosa dels vianants que van arribant a la nostra instal·lació.

Els turistes tenen nom i procedència, com Glenn de Nova Zelanda que ens escriu que aquest és un lloc per enamorar-se. I és que la nostra energia es projecta en el que veiem, en el cas de les Rambles és el mateix espai que ens interpel·la a mirar amb uns altres ulls. Potser l’esdevenir d’aquest lloc està en mans de les persones que entren en sintonia amb ell, en els flânneurs que encara avui deambulen sense un objectiu precís. Una altra persona apunta la seva percepció de la Rambla com un lloc ple de vida, com aigua en ebullició. Recórrer aquest espai és per a aquest jove de Palafrugell, com anar sense direcció en un lloc sempre ple de vida. Una dona de Texas ens parla de l’art, ens explica que aquest lloc respira art pels quatre costats, l’aire, la gent, la llum, els edificis, l’actitud dels vianants, el cel blau … Tot és art, ens insisteix amb la seva apreciació directa. Aquí la màgia de l’espai està latent, encara i la seva energia es capta al transitar-hi.

Perdre’s entre els vianants com un ritual col·lectiu, tornar a encarnar al flânneur per fer tornar, per a totes les persones que vivim en aquesta ciutat l’esperit i la màgia de les Rambles. Reapropiar-nos d’un espai que ens pertany i reconèixer-nos en ell sense prejudicis ni condicions imposades pels qui pretenen turistificar aquest singular passeig per al màrqueting, l’explotació i el gaudi exclusiu dels visitants. Aquestes podrien ser alguns suggeriments per tornar a mirar la Rambla des d’un altre lloc, des de la curiositat, la sorpresa … Tornar a enamorar-nos del que ja és.